Frecuentemente, a la salida de un examen, oímos entre los estudiantes frases como: “jo, tío, me quedé en blanco”. “Uf, me lo sabía todo, pero me faltó tiempo”. “Los nervios me han matao, tronco”, “¿Que cómo me ha salido el examen?, pues chungo, qué quieres que te diga, la verdad es que no sé si aprobaré”, “Chupao, notaza que va a sacar este menda, ya verás” (y luego va y  suspende).

Seguro que frases como éstas nos resultan familiares. En el post anterior dábamos las claves para preparar bien los exámenes y, para ello, hablábamos de la Programación.

Ahora, lo que toca es realizarlos y, para ello, te damos las claves necesarias, los consejos que has de seguir si quieres que tu examen resulte todo un éxito.

1ª.- Duerme bien la noche anterior. El descanso es un factor determinante antes de realizar un esfuerzo y un examen requiere un gran esfuerzo mental si queremos hacerlo correctamente.

2ª.- No intentes recordar, y, menos, estudiar contenidos que tengan que ver con el examen, en los momentos previos.

3ª.- Desayuna adecuadamente: fruta, leche y cereales (te aportarán energías positivas).

4ª.- No olvides ningún material didáctico que puedas utilizar (bolígrafos, lapicero, folios, calculadora, goma de borrar, etc.).

5ª.- Entra en el aula con una actitud positiva, con seguridad y confianza (damos por descontado que has seguido nuestros consejos en lo que a la preparación de los exámenes se refiere).

6ª.- Siéntate en el lugar correspondiente. Adopta una postura adecuada y dedica unos minutos a relajarte. Ejercita la respiración de manera lenta y profunda, pausada y a un ritmo constante.

7ª.- Cuando te entreguen el examen, aíslate de todo y concéntrate, concéntrate, concéntrate. Sólo estáis tú y un folio de papel en el que figuran las preguntas a las que tendrás que responder, los temas que tendrás que exponer o los problemas que tendrás que resolver. Que nada ni nadie te interrumpa, no permitas que te roben lo que más necesitas en este instante: concentración.

8ª.- Fíjate, en este momento, en el tiempo total del que dispones para realizar el examen y empieza.

9ª.- Lee atentamente los enunciados y entiéndelos. Ten claro lo que te preguntan antes de contestar.

10ª.- Si ante una de las preguntas te bloqueas, no pares, pasa a la siguiente; tendrás tiempo después para volver a intentarlo.

11ª.- Contesta sólo a lo que te preguntan. No te vayas por las ramas y aprende a controlar y distribuir los tiempos entre las diferentes preguntas, problemas o temas que tengas que resolver. Ni excesivamente rápido ni demasiado lento. La rapidez puede llevarte a cometer errores, la lentitud puede hacer que te quedes en la mitad.

12ª.- Cuida la presentación: atento a los márgenes y evita siempre las tachaduras y los borrones. Piensa que alguien que no eres tú será quien tenga que leerlo después. Debe corregir lo que has escrito, pero nunca interpretarlo o imaginarlo.

13ª.- Reserva un hueco, antes de los últimos minutos, para repasar tus respuestas, cuidar tu redacción y revisar tu ortografía.

14ª.- Por último, atendiendo al valor de cada respuesta, sé capaz de puntuar cada una de ellas y, en consecuencia, dar con la nota que, objetivamente, crees que te mereces.

Sigue estos consejos. Sólo así evitarás tener que pronunciar frases como a  las que hacíamos referencia al principio de estas líneas.


José Manuel Romero.