Hasta hace pocos años esta pregunta respondía a una inquietud por parte de los padres. Nosotros lo enmarcábamos dentro de las dificultades propias del alumnado.
Ahora, aquella inquietud se ha convertido en preocupación y aquella dificultad ha pasado a ser un problema.
Se habla mucho de Técnicas de Estudio y, equivocadamente, pensamos que la solución está en aprender a subrayar, hacer esquemas, redactar resúmenes y, creedme, eso es lo menos importante.
Las verdaderas técnicas de estudio están en la capacidad de organización, y planificación, en la actitud en clase, en el interés por los estudios, en la motivación, en facilitarle al cerebro, mediante un sueño reparador, la realización periódica de ejercicio físico y una alimentación saludable, la tarea que debe acometer cada día. Eso es lo realmente importante. Todo lo demás viene solo.
El estudio es un proceso muy complejo en el que intervienen múltiples factores. Factores que podemos englobar en dos grandes grupos:
Factores personales: el sueño, la alimentación y el ejercicio físico.
Factores ambientales: la iluminación, el ruido, la temperatura, etc.
De la correcta utilización o no de estos factores dependerá que consigamos un mayor o menor nivel de concentración. Y esta palabra, concentración, es clave a la hora de conseguir el gran objetivo: Obtener mejores resultado con menor esfuerzo y en menor tiempo.

estudiar menos y aprobar más

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